Lunares

Como es sabido, la mayoría de Lunares presentan forma de esfera o de círculo y, entre la generalización, puede ser posible que un lunar o marca que no tenga esta forma sea peligroso.

Si en tu piel aparece de súbito un lunar y empieza a tornarse negro, debes poner mucho cuidado o visitar al dermatólogo. Es muy posible que tenga índice de malignidad.

En la piel podemos encontrar distintos crecimientos cutáneos de diferentes colores (desde tonos del color naranja hasta tonos oscuros), los cuales pueden ser protuberantes o planos. A estos crecimientos en la piel los llamamos “lunares”. Es común encontrarlos en la mayoría de personas.

La técnica más conocida es la escisión simple con un bisturí y con anestesia local. El personal médico extirpa el lunar completo y, a continuación, dan puntos de sutura profundos con hilo reabsorbible y puntos de sutura superficiales que se retiran una semana después de la operación. La cicatriz suele ser, en general, un poco más larga que el diámetro del lunar en sí, aunque con el tiempo puede llegar a desparecer.

El segundo método es el denominado «shaving». Se corta el lunar en la superficie con un bisturí con anestesia local, pero no se retira por completo y en algunos casos, puede volver a crecer.

Este método se suele practicar en Lunaresque no presenten un riesgo, pero no se recomienda para Lunares grandes (con un diámetro > 1 cm), ya que la cicatriz podría generar una pérdida de dermis. En el resto de casos, el shaving permite dejar una cicatriz mínima o incluso no dejar cicatriz.

Lunares Antes y Después

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