Termoterapia

Las técnicas de Termoterapia utilizan diferentes formas de calor como tratamiento, ya sea en forma sólida, semilíquida o gaseosa.

Para que se considere como Termoterapia, es necesario que la temperatura del elemento aplicado sea superior a la que fisiológicamente tiene el organismo. En cuanto al máximo de temperatura, depende de la sensibilidad térmica del paciente.

Mediante la Termoterapia, este mecanismo de acción de naturaleza fisiológica, se estimula el metabolismo celular depositario, obteniendo como principal efecto la reducción del volumen del adipocito individual, y consecuentemente, del panículo adiposo general.

Efectos del calor sobre el organismo

  • Un aumento controlado de la temperatura produce:
  • Vasodilatación. Aumento del flujo de sangre a la zona (hiperemia). La hiperemia tiene efecto analgésico (reduce el dolor), favorece la nutrición de los tejidos, la oxigenación celular, y la eliminación de productos de deshecho.
  • Disminución de la presión arterial debido a la vasodilatación. El calor afecta al corazón y reduce la presión sanguínea. Si baja en exceso, pueden producirse mareos, por lo que es necesario supervisar para evitarlo.
  • Efecto sedante, analgésico. El estímulo de calor de larga duración tiene efecto sedante, ya que favorece la relajación muscular, evita el espasmo muscular, alivia la fatiga y ralentiza la conducción nerviosa de estímulos dolorosos.
  • Aumento de las defensas en todo el organismo.
  • Disminución de la inflamación en inflamaciones subagudas y crónicas.
  • Aumento de la frecuencia respiratoria (taquipnea).
  • Actúa también sobre el aparato digestivo como laxante, ya que aumenta el peristaltismo.
  • Fluidifica las mucosidades.

Duración de la sesión

De 30 - 60 minutos, dependiendo la zona

Tipo de Anestesia

Crema Anestésica

Hospitalización

No requerida

Recuperación

Inmediata

Duración

Variable según el objetivo

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