La Lipoescultura es una técnica quirúrgica que consiste en extraer grasa de aquellas zonas del cuerpo donde se ha acumulado. La solicita 1 hombre por cada 30 mujeres, la mayoría entre los 20 y 40 años.

La Lipoescultura consiste en eliminar los lípidos o grasas que, al no haber sido metabolizadas, se depositan en distintas zonas del cuerpo produciendo lo que se conoce como una lipodistrofia localizada.

Lo común es que en los varones las grasas se acumulen en el abdomen, los flancos (conjunto denominado «cinturón») y la papada mientras en las mujeres suele aparecer también en muslos (las populares «cartucheras») y rodillas.

La extracción de grasa se realiza a través de pequeñas incisiones en la piel, mediante una cánula de punta roma con orificios en su extremo, y conectada a una jeringa con la que se genera el vacío necesario para aspirar o succionar el tejido adiposo.

La Lipoescultura puede ser realizada en prácticamente todas las partes del cuerpo, desde la cara hasta las piernas y brazos, ya como intervención aislada o como complemento de otras cirugías, principalmente del lifting cérvico-facial y de la abdominoplastia.

El procedimiento es sencillo, este consiste en el uso de una cánula que se inserta a través de la piel mediante una pequeña incisión colocada en la zona que se desea tratar y esta va eliminando la grasa localizada de la zona seleccionada. El tiempo de recuperación es bastante rápido pudiendo realizar actividades normales a la semana del procedimiento y el sangrado, hinchazón y moretones son mínimos.